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Regalo un día de oferta deportes de aventura rutas a caballo Toledo . El doctor Ransome estaba en el tercer camión, de espaldas a la cabina del conductor, los pies ocultos por los cuerpos empaquetados. Al ver a Jim, aferró la barra lateral del camión. —¡Maxted! ¡Ven, Jim! ¡Deja tu caja! —¡La guerra ha terminado, doctor Ransome! Jim miró a los treinta soldados japoneses que venían a retaguardia. Los rifles terciados al hombro, marchaban con una lentitud reflexiva
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