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Regalo un día de monitor deportes de extremos rafting Teruel . ma, guantes de piel de los de la policía y una mascarilla de esquiar en la cara. Yo le saludaba con la mano, él me devolvía el saludo y seguía engullendo nieve con la máquina. Luego, dependiendo de los días, entraba por café o una taza de chocolate caliente, y se acercaba alguien a preguntarle por el colegio y si tenía a raya a las gemelas (me parece que en invierno de 2001 las niñas tenían diez a

Regalo un día de hacer deportes de extremos acuatico Leon . mente y vio a un hombre en el rincón del cuarto poniéndose un abrigo y mirándola con expresión de asombro. Casi se desmayó. — Was gibts? —murmuró el hombre. Olivia se apresuró a cubrir el cuadro con la tela. Fríamente, calculó lo que debía decir. Intentó sonreír desenfadadamente y preguntó: —¿Ha terminado? —Estaba a punto de marcharme —contestó el hombre. Aunque deseaba desesperadamente huir, Oli

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