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Regalo un día de pack de deporte de aventura aereos Zamora . s objetos que ordinariamente yo nunca habría advertido, parecían tener una extraordinaria cualidad propia, y, cosa extraña, todo parecía formar parte de mí. Nada estaba separado de mí; en realidad, el ‘yo’ como observador, el perceptor, estaba ausente, si sabéis lo que quiero decir. No había ‘yo’ separado de aquel árbol, o de aquel papel en la cuneta, o de los pájaros que se llamaban unos a otros.

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