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Regalo un día de excursión enequipaje deporte aventura kayak Lleida . ual y otros escritos, Ayuso, Madrid, 1976. KUNDERA, M., La identidad, Tusquets, Barcelona, 1998. LAIRD, S., «Women, single life and solitude: A plea to rethink curriculum», en D. Wear (Ed.), The center of the web. Women and solitude, Suny, Nueva York, 1993. LAMOURÉRE, O., Los que vivimos solos. La soledad ya no es lo que era, Paidós, Barcelona, 1994. LANDAU, J., «Loneliness and creativity», en J
Regalo un día de monitor de deporte aventura de riesgo Malaga . n a producirse algunas demandas, ¿no crees? —Le aseguro que digo la verdad —murmuró Lyla, y apretó su boca en una obstinada línea. Reedeth iba a responder algo, cuando otra señal empezó a destellar en el robescritorio, y pareció animarse. —Discúlpame —le dijo a Ariadna, y pasó a otro circuito. Cuando su imagen reapareció en la pantalla de ella, su expresión era de desánimo. —¿Qué ha ocurrido? —pre
Regalo un día de hacer deporte aventura capeas Toledo . s y cometido algunos errores. Se oía la lluvia repiquetear en la ventana, el tictac del reloj de la repisa, las brasas crepitar y chisporrotear. Sus corazones latían al unísono. El la besó y se dirigieron hacia la cama sin pensarlo conscientemente. Ella lo acarició de un modo diferente, con ardiente ternura. Su vestido ya estaba medio desabrochado antes de que se dieran cuenta de lo que estaban
Regalo un día de equipaje deporte aventura kayak Lleida . meses antes. Les aconsejaron seguir río arriba, donde tal vez darían con él, todo era cuestión de suerte. Un mes era una eternidad. Nadie llevaba la cuenta de quienes habían estado allí el día anterior, no importaban los nombres o los destinos ajenos. La única obsesión era el oro. —¿Qué haremos ahora, Tao? —Trabajar. Sin dinero nada se puede hacer —replicó él, echándose al hombro unos trozos de l
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