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Regalo un día de excursión encursos de deporte aventuras barranquismo Salamanca . elambre áspera, plagada de garrapatas menudas, y el pellejo petrificado por una costra de rémora, pero al contrario de la descripción del párroco, sus partes humanas eran más de ángel valetudinario que de hombre, porque las manos eran tersas y hábiles, los ojos grandes y crepusculares, y tenía en los omoplatos los muñones cicatrizados y callosos de unas alas potentes, que debieron ser desbastadas

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Regalo un día de cursos de deporte aventuras barranquismo Salamanca . as en su afán por recuperarlas. Sebastien se agachó a su lado. —Deja que lo haga yo —dijo. Alainna forcejeó, pero él le apartó las manos con firmeza—. ¡Déjame! —ordenó. Empezó a recoger los trozos rotos en las manos. Alainna se puso de pie con las lágrimas rodando por las mejillas. Cuando Sebastien volcó los pedazos en el banco, ella tuvo la sensación de que se le había roto el corazón. —Ha quedad

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