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Regalo un día de equipaje deporte de extremos escalada Sevilla . la mirada fija en el guía. Este tosió ligeramente, se adelantó dos pasos y habló: —¿Camarada Liang? —Yo soy. —Según las instrucciones, le he traído a su hija mayor. Se la entrego. ¡Haga el favor de confirmar! —Lo confirmaré. —Entonces, me despido de usted —añadió con una leve inclinación, apenas algo más que un gesto de cabeza. Con el mismo gesto se volvió a Grace. —Dentro de tres días regresaré p
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